6 de mayo de 2009

El derecho a estar triste

Maciek Zielinski

Que le ha pasado a la tristeza que esta tan subestimada??
Que ha ocurrido con la desilusion, que ha sido tan aplastada??

Como casi todo, el hecho de que tengan connotaciones negativas es mero producto de convenciones humanas, en un pobre intento de darles sentido. Pero aunque desdeñadas y despreciadas, son parte del rango de emociones humanas, y como tales, tenemos derecho a sentirlas.

Porque estamos condenados a estar solos cuando estamos tristes?? Es cuando más necesitamos compañía y comprensión, y sin embargo es cuando más encontramos soledad e indiferencia...
Recibimos consejos, soluciones, propuestas, palabras huecas de quienes intentan zafar del mal trago que es acompañar a alguien que está triste. Y lo que mas nos hace falta... falta. Un abrazo sentido, un silencio comprensivo, una sonrisa cómplice, un llanto consolador... parece tan simple...

Nadie quiere estar al lado de una persona triste, aunque más no sea unos momentos. Una persona triste es una carga, es un peso que desestabiliza nuestra frágil alegría. Nadie quiere pesos extra...

Por qué no tenemos derecho a estar tristes?? Por qué somos condenados y criticados por sentirnos desanimados??
Por qué somos obligados a guardar nuestra tristeza para nosotros mismos, y a regalar nuestra alegría para todo el resto??

Sólo no me parece justo... estoy harta de que me digan que tengo que sonreir, que ser optimista y ver todo color de rosa... quiero mi derecho a estar triste...

Si el mundo no quiere mi tristeza, pues entonces tampoco tendrá mi alegría... y nadie notará la diferencia...

16 de octubre de 2008

"No me encuentro" by RISTO MEJIDE

Solía odiar a este tipo, tan pedante, como si supiera más que el resto, aunque ni idea de qué... Y para colmo de males, en su currículum consta que ha sido jurado de Operación Triunfo... que decadencia...

Pero a medida que voy leyendo sus artículos, su perfecta retórica de todos los colores menos rosa, tan ácido y revoltoso, pues... le agarré el gustito...

Aquí va uno muy "post-vacacional":

NO ME ENCUENTRO

No me encuentro. No me hallo. Juraría que he mirado bien, me había dejado por aquí antes de vacaciones, y nada. He vuelto a mirar donde se solía guardar meses de abril y unicornios azules, y sólo he encontrado un pútrido septiembre que olía a meado de gato. También he vuelto a ponerme un reloj de pulsera y sólo he conseguido asfixiarme las venas e inesperados ataques de impuntualidad.

Esta rutina no me queda. Quieres decir que era la mía. Es como si hoy yo fuese el antes de mi después. Estoy aún más lento que de costumbre, aún más lerdo de lo normal. Que ya es decir mucha lerdez.

Esto me pasa por alejarme tanto. En kilómetros, en hábitos, en interés. Como ya debería haber aprendido, la fuerza de la gravedad es inversamente proporcional a la distancia entre objetos y/o sujetos. Y yo me he ido tanto, que no he podido regar los problemas que creía tener, y ahora vuelven todos leves, raquíticos, moribundos, enfermos de insignificancia.

Miro a mi alrededor, buscaré cómplices. Alguien que tampoco se encuentre. Alguien que tampoco esté donde tiene que estar. Todos parecen tan propios, tan presentes, tan bien preparados para aparentar preparación.

Pronto al verano le saldrá un lunes como a quien le sale un quiste y alguien tendré que ser. Si no, ya me dirás.

Igual me perdí en el vuelo de vuelta, como una maleta. Supongo que para eso me proporcionaron un catering inolvidable y una tarjeta de embarque que atestiguara que en algún momento me trajeron hasta aquí.

Espera. Igual me trajeron la maleta, sí, pero vacía. O sea, que he vuelto sólo en apariencia, y mi interior sigue de cachondeo por esos mundos de dios. Tampoco puede ser, de algún modo lo seguiría notando.

Calla, ya lo tengo. Llamaré a objetos perdidos. Ese teléfono tan desconocido y olvidable que suena en una oficina anónima que nadie sabe dónde está ni, por supuesto, cómo dar con ella. Oiga, no me tendrá usted por ahí. Lo sentimos, según su descripción, usted puede estar buscando a cualquiera, si no nos facilita más información no podemos ayudarle.

Papelitos. Papelitos colgados por las calles con el careto que tenía antes de mi desaparición y un teléfono. Eso siempre funciona. Respondo al nombre de Risto. Por favor, si alguien me ve, si alguien me encuentra, aunque sea por error, que me llame, que me escriba, que me diga dónde estoy. Se gratificará generosamente.

Cuelgo cien mil panfletos por toda la ciudad. Y me siento a esperar pacientemente a que alguien dé conmigo.

De pronto, suena el móvil. Es mi jefe. Pregunta qué es esa gilipollez de los papelitos. Antes de que se lo pueda explicar, me informa de que si no aparezco para el mediodía, me congela el sueldo, me releva del cargo, me escupe en el escritorio, se caga en mis muertos y me corta los huevos.
Mi identidad vuelve así como de repente.

Alegría desbordada.

Risto Mejide

6 de agosto de 2008

El temor a parar


El temor a parar
Ángel Gabilondo -


"...Lo deseamos y, sin embargo, lo tememos. Necesitamos detenernos, descansar, parar.
No resulta fácil. Y no porque el trabajo nos apasione, sino porque en el corazón del vacar puede habitar un silencio y un vacío que en modo alguno habría de achacarse a los demás. Entretenidos durante meses en tantas ocupaciones y actividades, su interrupción nos produce algo similar a un pánico. Y, entonces, ocurre eso que no tiene nombre, un sopor que no se reduce a calor.
Y brotan cuestiones que adoptan la forma de preguntas sobre lo que hacemos a diario. Y, quién sabe, sobre el sentido mismo de la vida. No es preciso ser muy dado a las ensoñaciones para que aparezca con contundencia y realidad algo que nos abruma. Incluso al parar pueden surgir molestias y malestares de esos que llamamos físicos, dolores, jaquecas, mareos, que nos llevan a frases tan expresivas como indeterminadas, tales como "no me encuentro bien".
Precisamente se trata de eso, de que uno no se encuentra.
Los días quizá transcurran velozmente y, a la par, son cada uno de ellos lentos. Hay algún oasis, pero en última instancia todo tiene la velocidad de lo que parece o doblegar el tiempo o arrodillarse ante él.
Tal vez no pase de ser un estado de ánimo, quizá un cansancio, una falta de fuerzas para dar sentido. Los días nos enseñan sus afiladas uñas, capaces de arañar, de escarbar, de labrar surcos en nuestra tibieza. Y amanece y anochece una y otra vez.
Pero cabe habitar el latir de las horas, desayunar, pasear, tal vez leer, quizá subir o bajar, a lo mejor nadar, o mecerse adormilado, o mirar sin necesidad de ver, o escuchar el ritmo del aire o de la música, o la voz, o a alguien, o saborear el improbable soñar y a veces dormir de verdad, eso que apenas ya recordábamos.
Así se va tejiendo un ánimo, se cultiva lo que en ausencia de otra denominación llamaremos alma. Y nos cuidamos.
En ocasiones parecemos trabajar para olvidar, pero al dejar de hacerlo recordamos la necesidad de no perder de vista los límites. Postergar para un tiempo vacacional el cuidado de uno mismo y de los otros es tanto como pretender limitarnos a vivir, en el mejor de los casos, una breve temporada.
Así pronto comprobamos que hemos olvidado no sólo cómo hacerlo, sino en qué consiste. Por eso es tan importante parar a diario. Los días no pueden interrumpirse únicamente por el dormir de la noche. De vez en cuando es preciso tomar distancia para ver. En esta nueva infancia que recobramos, nada nos traerá más descanso que una cierta reiteración, un dejarnos acariciar por las horas, por los otros, una sencillez que acallamos con la complejidad algo ficticia de nuestra labor diaria. No hace falta quedarse quieto para parar. Hay otro hacer. Por ejemplo, reír, desear, respirar o esperar...."

Bueno... al fin alguien que piensa como yo...

7 de junio de 2008


"You know when I said I knew little about love? That wasn't true. I know a lot about love. I've seen it, centuries and centuries of it, and it was the only thing that made watching your world bearable. All those wars. Pain, lies, hate... It made me want to turn away and never look down again. But when I see the way that mankind loves... You could search to the furthest reaches of the universe and never find anything more beautiful. So yes, I know that love is unconditional. But I also know that it can be unpredictable, unexpected, uncontrollable, unbearable and strangely easy to mistake for loathing, and... What I'm trying to say, Tristan is... I think I love you. Is this love, Tristan? I never imagined I'd know it for myself. My heart... It feels like my chest can barely contain it. Like it's trying to escape because it doesn't belong to me anymore. It belongs to you. And if you wanted it, I'd wish for nothing in exchange - no gifts. No goods. No demonstrations of devotion. Nothing but knowing you loved me too. Just your heart, in exchange for mine. "
Yvaine, "Stardust"

3 de enero de 2008

Once upon a time...

Sunset Dragon - Ciruelo Cabral


Cuando somos niñas, todas somos princesas. Cuando somos adolescentes, todas deseamos un príncipe azul. Y luego crecemos, y nos dicen que los cuentos de hadas son pura fantasía. Y que la fantasía no existe (?).


Por suerte, siempre fui un poco dura para entender. O mejor dicho, para aceptar así como así lo que nos dicen. La realidad es sólo un punto de vista. Y siempre viví en las nubes.


Y hoy, gracias a eso, tengo mi propio cuento de hadas. Y mi cuento de hadas tiene todo lo que tiene que tener. Y mi reino es vastísimo y próspero, y mis deseos se cumplen de la mano de mi hada madrina, y mi principe azul...


Mi principe azul es más de lo que deseaba, es realmente encantador, y encantada bajo su hechizo es que vivo...


Yo tengo mi propio cuento de hadas.
Y eso es porque nunca dejé de creer... Y tú???

19 de diciembre de 2007

Te he dicho alguna vez que me encantas???


Eu sei e você sabe, já que a vida quis assim
Que nada nesse mundo levará você de mim
Eu sei e você sabe que a distância não existe
Que todo grande amor só é bem grande se for triste
Por isso, meu amor, não tenha medo de sofrer
Que todos os caminhos me encaminham pra você

Assim como o oceano só é belo com o luar
Assim como a canção só tem razão se se cantar
Assim como uma nuvem só acontece se chover
Assim como o poeta só é grande se sofrer
Assim como viver sem ter amor não é viver
Não há você sem mim
Eu não existo sem você


5 de diciembre de 2007


Me encanta la alegría con la que me recibes cuando llego,
Me encanta la inocencia con la que me preguntas si aun te quiero,
Me encanta la paciencia con la que soportas mis locuras,
Me encanta la paz con la que duermes en mi pecho,
Me encanta la pasión con la que cocinas para mí,
Me encanta la espontaneidad con la que me besas la frente,
Me encanta la sinceridad con la que me susurras al oído,
Me encanta la transparencia con la que me hablas de lo que sientes,
Me encanta la ternura con la que me besas,
Me encanta la fuerza con la que me abrazas,
Me encanta la atención con la que escuchas mis historias,
Me encanta la suavidad con la que me acaricias la cara,
Me encanta la devoción con la que cuidas de mí,
Me encanta la claridad de tus sonrisas,
Me encanta la calma con la que me coges la mano cuando duermes,
Me encanta la franqueza con la que lloras en mis brazos,
Me encanta la tristeza con la que te despides de mi,

Te he dicho alguna vez que me encantas???